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Artículos periodísticos

NOTA "LAMENTO A FISHERTON" -- 10 NOV 2024

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"𝕃𝕒𝕞𝕖𝕟𝕥𝕠 𝕒 𝔽𝕚𝕤𝕙𝕖𝕣𝕥𝕠𝕟" *

“Primero la vida, luego los espacios, luego los edificios; al revés nunca funciona” así lo afirma Jan Gehl arquitecto y urbanista danés que encarna el cambio de paradigma vigente: recuperar la dimensión humana de las ciudades. Pero en nuestro amado Fisherton vemos con dolor que va prevaleciendo lo contrario, la proliferación de condominios, áridas moles de cemento y vidrio, que va devorando implacablemente el verde y la escala humana que alguna vez caracterizó a este rincón tradicional inglés de la ciudad y que nos hizo felices por generaciones. Nada parece detener la avalancha, el hormigón avanza, como una marea oscura, que ahoga la memoria, y desvanece la esencia. Containers llenos de árboles extraídos, decenas de departamentos donde existían una, dos o tres casas, carteles anunciando nuevos complejos, forman parte del paisaje nuestro de cada día. Para imaginar el resultado no hay que ser muy sagaz: un futuro paisaje desolado, donde la temperatura sube y la calidad de vida se desangra... Los enormes cubos de cemento proliferan bajo nombres como "Park" o "Green", parodia cruel, ya que destruyen precisamente lo que prometen preservar. Propagandas que evocan la esencia de Fisherton o paraísos verdes constituyen la fachada de condominios que de “park” no tienen nada y estrangulan paso a paso el alma del barrio. La ironía también es que este "progreso" inmediato está obviamente condenado a fracasar a mediano/ largo plazo. Las calles se saturarán, el agua escaseará y la temperatura subirá. El barrio de todos, ese espacio compartido donde se entretejen las historias y relaciones, se convertirá en un lugar anónimo, inhóspito y desolado. “La ciudad, debe ser un lugar donde la naturaleza y la arquitectura se encuentren”, resume el urbanista Kevin Lynch. En nuestro viejo barrio inglés sin embargo, la naturaleza está siendo expulsada, y la arquitectura para muchos se convierte en un mero instrumento del insaciable negocio inmobiliario. Y no se trata en absoluto de oponerse al progreso, sino de entender que el verdadero avance social es aquel que preserva lo bueno, lo que sabemos funciona bien, lo que nos hace humanos. El progreso no fue ni debe ser nunca sinónimo de destrucción, sino de evolución respetuosa. La modernización no implica sacrificar la esencia de un lugar, sino más bien respetarla y enriquecerla con innovación y visión. La calidad de vida no se mide solo en términos económicos, sino también en términos de bienestar y desarrollo sostenible. En Fisherton, la eliminación del verde y la proliferación de edificios está sacrificando ese bienestar, prevalece el negocio cortoplacista. A la vista de todos entonces se presenta este semáforo en rojo que nos exige reflexionar y actuar respecto al modelo de desarrollo que estamos presenciando o avalando. La ciudad es un espacio para la vida presente y futura, no sólo para la especulación. Participemos todos en la defensa de la identidad y la calidad de vida que ha sido forjada a lo largo de más de un siglo con el esfuerzo y capacidad de nuestros mayores, honremos ese legado. Los árboles, el espacio verde, la arquitectura y la historia son parte de un patrimonio que no se puede reemplazar, ni comprar a la vuelta de la esquina... Fisherton tal como fue concebido por los pioneros es un tesoro que merece ser protegido. Fue un ejemplo de cómo el desarrollo puede ser compatible con la naturaleza, equilibrado y funcional. Avanzar sin olvidar, innovar sin destruir. Ese es el desafío. No se trata de elegir entre pasado y futuro, sino de encontrar un inteligente equilibrio que permita a ambos coexistir en armonía. Miguel Culaciati - Noviembre de 2024 ---------- Para el título me inspiré en aquel Lamento al mar de Joan Manuel Serrat... * 𝕃𝕒𝕞𝕖𝕟𝕥𝕠 𝕒𝕝 𝕞𝕒𝕣 En 1971, Joan Manuel Serrat publicó 'Mediterráneo', una verdadera loa y alabanza a la belleza del mar Mediterráneo... Y en el 84, en el disco 'Serrat en directo', figura 'Lamento al mar' En la presentación Serrat explica al público > "..debe hacer unos 14 años que yo escribí esta canción del mediterráneo, y aunque por aquel entonces las cosas no pintaban demasiado bien para el mar, uno tampoco podía prever que la incompetencia y la soberbia de la especie humana se consolidara como está consolidada hoy en día..." " Uno no podía preverlo cuando escribió esos versos que dicen que " me gustaría que me enterrasen entre el cielo y la playa, con vistas al mar..." Uno no podía prever, que lo más fácil, a tan pocos años vista..., fuera que nosotros fuéramos los que tuviéramos que ir a su entierro, y evidentemente también al nuestro.."

ABRAZOS Miguel/

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Miguel Culaciati · Rosario, Santa Fe, Argentina
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